viernes, 30 de mayo de 2014

Android x86: así es la versión de Android para PC (parte 1)


Pantalla de inicio de Android-x86



Android-x86 es un proyecto cuyo objetivo es portar el sistema operativo de Google para móviles a la plataforma x86 (en particular máquinas animadas por procesadores Intel y AMD). En su etapa más temprana, Android-x86 buscaba crear una serie de parches para máquinas específicas, entre ellas algunos netbooks populares. Con el tiempo el desarrollo ha ido mucho más lejos, y las últimas versiones liberadas se parecen bastante a una distribución Linux al uso, capaz de correr en un amplio rango de máquinas.


Sobre Android-x86 os hablé hace un par de años con motivo del lanzamiento de la versión 4.0 RC1. Desde entonces estoy siguiendo la evolución del proyecto. Las primeras pruebas fueron siempre en máquinas virtuales, pero con el lanzamiento de la versión 4.3 decidí dar el salto a una instalación real. En este artículo os voy a contar mi experiencia con Android-x86 como sistema operativo de escritorio.


Android-x86, primera prueba con fuego real


La primera toma de contacto con la versión denominada formalmente: Test build 20130725 for Android-x86 4.3 (JB-x86) , fue la misma que había empleado hasta entonces, instalando el sistema en una máquina VirtualBox.


Al leer las notas de lanzamiento y comprobar que disponía de un Kernel "moderno" (3.10.2) y soporte mejorado de aceleración de gráficos por hardware para chipsets Intel, me animé a crear una memoria USB de instalación y probar suerte en "Moquete", un Toshiba NB 520 por el que han pasado varias distribuciones GNU/Linux.


Moquete está trucado desde el primer día. Como no conseguí desprenderme legalmente de la licencia de Windows 7 Starter original (intenté que me descontaran el precio de la licencia antes de estrenar el equipo, sin éxito), y el disco duro de fábrica es de "gama lenta", aparqué sine die el disco con la licencia y monté un SSD de 128 GB, y amplié la memoria a 2 GB. Os cuento todo esto por estar directamente relacionado con la prueba y sus resultados.


Por Moquete han pasado varias distribuciones GNU/Linux, como Ubuntu 12.04 LTS, Debian 7 (con la que funciona extraordinariamente bien), Lubuntu y Elementary OS Luna, entre otras. Con todas el equipo trabaja con decencia y arranca y cierra el sistema con rapidez. ¿Cómo se comportaría con Android-x86?


Android-x86 4.3 instalada en netbook


La primera sorpresa vino al lanzar Android-x86 en modo Live: el sistema reconoció todo el hardware sin problemas: cámara integrada, touchpad, varias teclas de función, WiFi integrada, resolución correcta de la pantalla, ratón USB inalámbrico que suelo utilizar y la tarjeta SD que siempre va insertada.


Viendo la fluidez con la que movía el sistema, a pesar de que el puerto USB es 2.0, pensé que instalado en el disco SSD volaría... ¡Y así fue! En la segunda parte de este artículo se detallará la forma de instalar Android-x86, que se parece al procedimiento de cualquier distribución GNU/Linux, con algunos matices.


La instalación no fue tan sencilla. En algunas pantallas en las que se han de tomar decisiones mediante checkbox, los textos asociados no se ven, y el mapa del teclado no se corresponde con el del equipo. Haber probado primero el sistema sobre máquina virtual ayudó (en ese caso los textos sí son visibles) y tener cierta costumbre con los mapas de teclado anglosajones también, sobre todo para averiguar cómo se obtienen símbolos especiales, como la arroba (@), para consignar correctamente la cuenta de Google. En cuanto a la letra "ñ", desaparecida en combate.


Problema arriba, problema abajo, al final conseguí tener Android-x86 instalado en el equipo de forma totalmente funcional. Como había imaginado, el rendimiento era excepcional, y mucho más rápido que cualquier distribución "normal" que había pasado por la máquina.


Android-x86 4.3, aplicaciones por defecto


La pantalla de Moquete no es táctil, aunque la rueda del ratón sirve para pasar pantallas a derecha e izquierda con velocidad. Instalé varias aplicaciones desde Google Play (con especial cuidado de no cargar ninguna "solo para teléfonos", porque cambia la orientación de la pantalla y no resulta agradable --ni fácil deshacer el cambio--), probé la navegación y el correo, Twitter y varias cosas más. No contento con ello, le puse un launcher circular muy estético (perdonad, ahora no recuerdo su nombre), tiré algunas secuencias con la cámara integrada, y varias capturas de pantalla...


Todo genial, salvo por dos inconvenientes importantes: por una lado, la primera vez que se necesita desbloquear la pantalla en el arranque, si se hace con el ratón el equipo se cuelga (y con el touchpad también si no se hila fino). Por otro, si el equipo entra en modo de suspensión, ya no se despierta (esto se puede corregir en parte aumentando el tiempo en la configuración de ahorro de energía). De no haber sido por estos dos detalles, Android-x86 se hubiera quedado en Moquete una buena temporada, al fin y al cabo ha sido el Linux más rápido que ha pasado por sus adentros.


Moquete, con la configuración descrita, se asemeja a un tablet de gama alta, obviando las diferencias, y el rendimiento es muy superior al que obtengo en la Samsung Galaxy animada por ICS (aunque no se ve tan bien, por tener menor resolución la pantalla).


Android-x86 4.3, programas en ejecución


Tras esa primera experiencia me animé a hacer lo mismo en un portátil más grande y potente con el doble de memoria RAM, aunque sólo en modo Live. Aquí descubrí que Android-x86 no se lleva bien con las controladoras NVIDIA. Este detalle lo he podido contrastar en otras pruebas sobre PC de escritorio.


Teniendo la pantalla de 15 pulgadas más resolución que la del pequeño netbook, los resultados a nivel de resolución fueron pobres. En este caso no se reprodujo el problema con la pantalla de bloqueo, aunque la función de captura de pantalla no funcionó (este problema se ha repetido con versiones más avanzadas de Android-x86).


La conclusión obtenida tras los dos intentos fue la misma: Android-x86 funciona muy bien cuando reconoce el hardware, y es más ligero que cualquier otra distribución GNU/Linux. Insisto en este punto porque he contrastado el rendimiento con distribuciones tan ligeras como GALPon MiniNo, y Android-x86 sale vencedor.


No obstante, y al menos con aquella versión, los inconvenientes superaban a las ventajas en una instalación fija, por lo que finalmente una distribución "normal" sustituyó a Android-x86, al que siempre se puede volver para jugar con él mediante arranque en vivo desde USB.


Android-x86 4.4-RC1 (KitKat-x86) en un PC "de verdad"


Android-x86 ejecutando la aplicación de YouTube


Android-x86 había dejado un buen sabor de boca, y la percepción de que el proyecto era prometedor, aunque en ese momento no servía más que para hacerse una idea de cómo es Android si no se dispone de una tableta o teléfono (o ver el aspecto de las últimas versiones de Android, si el fabricante de nuestros dispositivos se olvida de que existimos, y no actualiza el sistema). Poco más.


El lanzamiento en febrero de la versión Android-x86 4.4-RC1 (KitKat-x86) despertó nuevamente el demonio de la curiosidad, tanto por ver cómo era el Android con chocolate, como por comprobar los avances.


Empleando sólo el medio vivo, Moquete y el portátil con pantalla de 15 pulgadas fueron de nuevo el banco de pruebas. Respecto de la versión anterior, sólo se había corregido el molesto cuelgue que se producía en el desbloqueo de la pantalla de inicio y algunos de los textos invisibles ya eran visibles. Los demás problemas persistían.


Fue entonces cuando se me ocurrió probar Android-x86 en varios PC, primero con la versión anterior y luego con la nueva RC. Cuatro han sido los equipos empleados para el test. ¿Por qué no lo hice antes? Hay varias razones.


Android-x86 sobre PC de escritorio


La primera, porque --al menos en un principio-- Android-x86 miraba más a los portátiles que a otra cosa, y era el campo lógico para probar. En segundo lugar por las características de la instalación con la que trabajo: los equipos tienen doble monitor y se controlan mediante KVM para la parte VGA/Teclado/Ratón, y un switch para la pantalla HDMI. Si en Linux ya resulta difícil afinar en este entorno, con Android-x86 ni se me pasó por la cabeza.


Pero la curiosidad mató al gato...


Primero con el medio vivo, ratifiqué mis sospechas de que Android-x86 y NVIDIA no se quieren mucho. En el equipo destinado a edición de vídeo (procesador i7 y NVIDIA), ni arrancó. Por probar que no quedara, así que lo intenté en el servidor, donde tampoco llegó a arrancar (aquí dudo sobre la compatibilidad del procesador --intel Xeon de 64 bits "puro"-- y la controladora gráfica Matrox MGA, o las dos cosas).


En el siguiente de la lista, la estación de trabajo todo trote equipada con un procesador Intel i3 y NVIDIA GTX 550 Ti, sí funcionó, aunque sólo por el monitor VGA y con una resolución algo casposa. En cuanto a lo demás, al no tener aquí touchpad el problema de bloqueo referido no estaba presente. Reconoció la tarjeta ethernet sin problema (tarjeta que en Debian requiere la instalación de un driver propietario), y el KVM no fue un obstáculo. En cuanto a velocidad de ejecución, imaginad con ese procesador...


Android-x86 resolución 1920x1080


En el cuarto equipo llegó la gran sorpresa. Este cacharro es un clónico montado con piezas de aquí y de allá, con un procesador Quad-Core de los últimos (índice 7.0 según el test de Windows 7), 8 GB de RAM y una tarjeta gráfica ATI (una de las soportadas "bien": HD6670). La experiencia con Android-X86 aquí entra en otra dimensión.


El uso al que está destinado el clónico no permite prescindir de él para que se quede sólo con Android-x86, pero el funcionamiento me ha gustado tanto que al final he realizado una instalación fija en un viejo disco duro de 3,4 GB (del siglo pasado).


En este caso Android-x86 no presenta casi ningún inconveniente. La pantalla visible por defecto es la HDMI, con resolución de 1920x1080 píxel. Si fuerzo con el KVM y el switch que sólo salga por la pantalla VGA, también lo hace: funciona con las dos, pero no de forma simultánea. El cambio de pantalla con la rueda central del ratón es fulminante. No reconoce toda la RAM porque Android-x86 es de 32bit, pero con los 3,3 GB (más o menos) anda como un cohete. Eso sí, sigo sin "ñ" y con el mapa de teclado en swajili.


Esta instalación fija se ha realizado sobre la versión Android-x86 4.4-RC1, que para mi sorpresa conecta a la perfección con los recursos en la red compartidos mediante SAMBA. La última versión, Android-x86 4.4-RC2 (KitKat-x86), se publicó hace pocos días y la he probado con un método más polivalente: una instalación fija, que es a la vez móvil (esto ya os lo contaré).


Android-x86 RAM


Esta versión RC2 trae mejoras notables. No sólo actualiza el Kernel a la versión 3.10.40 (la anterior 3.10.30), sino que incorpora algo más importante: monta de forma automática particiones NTFS, EXFAT y EXT4. En el caso particular del último sistema de ficheros, es la primera vez que le brinda soporte (con los anteriores creo que también, aunque no estoy seguro ahora mismo).


En la segunda parte del artículo veremos cómo se instala Android-x86, pantalla por pantalla, con todas sus peculiaridades y problemas --que los tiene--, así como las capacidades a nivel de software que trae el sistema y cómo se pueden ampliar de acuerdo con las aplicaciones que he tenido ocasión de instalar y probar (no todas valen).


Confío en haber sido capaz de despertar vuestra curiosidad por este proyecto, y en el caso de que tengáis en casa algún equipo condenado al punto limpio lo indultéis --al menos de forma parcial-- hasta que hayáis probado en él Android-x86. Tal vez aún sirva para algo.


Android-x86 Cambio de pantalla




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