miércoles, 9 de abril de 2014

“La clave en España es que los emprendedores capturen la mayor parte del valor de los éxitos” M. Kavelaars, Swanlaab


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Swanlaab Venture Factory es un nuevo fondo de capital riesgo español centrado en el sector B2B. Con 40 millones de euros preparados para invertir, Swanlaab fue también noticia la semana pasada al conocerse la identidad de su compañero de viaje, el mítico fondo de capital riesgo israelí Giza Venture Capital.


Este fondo será respaldado al 50% por ambas instituciones y nace también de la mano de International Venture Consultants (IVC), una consultoría o aceleradora de proyectos tecnológicos con base en Madrid. Para conocer mejor el por qué de Swanlaab, sus objetivos y qué impacto pretenden tener en el mercado hemos entrevistado a Mark Erik Kavelaars, CEO y co-presidente del comité de inversión del fondo.


Felicidades por el lanzamiento de Swanlaab


Es una noticia muy bonita. Hemos estado trabajando más de dos años en preparar el lanzamiento de Swanlaab y en los últimos seis meses todo se ha acelerado enormemente. El lanzamiento en prensa la semana pasada es un primer paso importante en lo que estamos haciendo.


La preparación de Swanlaab para llegar al momento actual


¿Qué habéis estado haciendo en estos dos últimos años?


El punto fundamental es que hemos estado trabajando en construir el mejor ecosistema posible —según nuestro humilde punto de vista— para ayudar a jóvenes empresas a crecer con fortaleza y sostenibilidad.


Pensamos que crear un venture capital orientado puramente a buscar buenas empresas, ponerles capital, tener a alguien a nivel de consejo y a controlar cómo operan no era suficiente. El ver ideas muy buenas que tuvieran en España una buena oportunidad de mercado para después ver cómo otra empresa multinacional al entrar en España nos compra, no era suficiente. Y nos hemos dado cuenta que hay muchos proyectos que tienen equipos emprendedores que necesitan reforzarse.


Con todo esto en mente, lo que hemos hecho ha sido trabajar en que las jóvenes empresas que ayudemos, que tengan una innovación muy buena y genuina, tengan apoyos reales en todos esos aspectos. Es decir, que les dotemos de un espacio y de un ambiente donde ellos puedan terminar de construir todo su equipo. Las empresas que necesitan reforzarse operativamente tienen aquí un sitio donde estar y un espacio donde contar con todo tipo de recursos que les permitan operar de una manera mejor en toda la gestión comercial, operativa, de contratación, etc.


Después lo que hemos visto también es que la inversión tenía que ser mucho más fuerte. Fuerte en cantidad a invertir, en la idea de que esas empresas jóvenes, una vez que consigan el dinero suficiente, tengan un socio que les permita seguir acompañándolas en siguientes inversiones. Y que no se agoten buscando financiación; hemos visto muchas empresas muy potentes que después de uno o dos años con su primera inversión semilla, cuando empiezan a tener tracción, tienen que volver a hacer las maletas y volver a buscar dinero. Y eso les hace perder el foco.


Ahí vimos que teníamos que tener un fondo de un tamaño adecuado y con un socio como Giza que traía a España toda una experiencia internacional y una capacidad de invertir excepcional que no habíamos visto en el mercado. Lo que hemos hecho es juntar piezas para que las empresas tengan suficiente financiación ahora y en seguimiento, en follow-on, que tengan un mercado potencial no en España sino a nivel global y que podamos contrastarlo con el equipo que tenemos en Madrid y los compañeros de Israel, para que veamos que a los que apoyamos van a causar impacto a nivel internacional. El siguiente paso es dotarlas de todos los medios operativos o donde necesiten refuerzo para que se concentren los emprendedores en la tecnología, en el mercado y en el equipo. Eso es Swanlaab.


¿Queréis invertir solo en empresas españolas?


Tenemos una vocación enorme para invertir en empresas españolas con proyección internacional.


En varios entrevistas y declaraciones decís que en España existe una gran oportunidad de inversión. ¿En qué sentido? ¿En el sector B2B o en general?


Hay huecos en el mercado de inversión pero es que, además, aunque no haya huecos hace falta más. Es un tema de que una de las cosas que yo creo que serían preciosas es que con Swanlaab y otros muchos actores trabajemos los venture capital mucho más cohesionados, con transparencia, unidos, para que nos ayudemos unos a otros, invirtamos en las mejores empresas, etc.


No se trata solo de ser el mejor, sino de que juntos hagamos más la cadena de valor, desde las rondas semilla a las series A y B, hacia los exits. Que el equity gap que hay ahora se rellene con actores nuevos, y uno de ellos debe ser Swanlaab.


“En España se pone poco foco en innovación y tecnología B2B”


La idea con la que trabajamos es que esas jóvenes empresas tengan mas medios económicos y que una vez que den los primeros pasos no se encuentren con que no hay nadie que las recoja y las desarrolle adecuadamente.


Queremos centrarnos en el sector B2B porque por genética —IVC, advisory team, Giza VC, etc— estamos hechos a la medida del desarrollo de empresas tecnológicas B2B. Uno tiene que saber muy bien donde pone la mirilla, y es donde nosotros tenemos una excelencia. Dicho eso, en España se pone poco foco en innovación y tecnología B2B, entonces ahí se junta el hambre con las ganas de comer.


Dentro del B2B, ¿hay algunas áreas de negocio que os interesen más que otras?


Todavía es pronto para decir exactamente qué nichos nos interesan. Por ejemplo, si me fijo en nuestros hermanos de Israel, ellos tienen mucha más experiencia que nosotros en el sector porque la industria tiene 20 años y la innovación es más sostenida. Israel ha dado muy buenas empresas en ehealth, tecnologías en la nube o en seguridad.


Ellos tienen un objetivo de empresas mucho más perfilados o segmentados. En España ese ecosistema todavía está por hacerse, por lo que debemos ir empresa por empresa. Ver si la tecnología o la idea es la adecuada y si encajan bien con nuestra experiencia aquí o en Israel.


¿Cómo se produjo el acercamiento con Giza VC?


Por sentido común. Nosotros quisimos lanzar un nuevo venture capital en España porque vimos grandes oportunidades y empresas muy potentes, y nos dimos cuenta de que era muy importante tener una visión global del venture capital: crear un equipo muy potente de partida y desde el primer momento tener una experiencia diferencial.


Hicimos lo mismo que hacen muchos emprendedores: para sumar fuerzas buscamos tener el mejor equipo posible y lo buscamos donde hiciese falta. Estuvimos en Estados Unidos, Silicon Valley, Alemania, Reino Unido e Israel y yo me encargué de esa tarea y encontré en Giza el socio ideal. Hemos hablado mucho de la visión, de lo que queremos hacer con las startups, de la oportunidad que existe en España a todos los niveles, y ellos lo vieron también clarísimamente. Y aquí estamos.


El tipo de startups que busca Swanlaab


swanlab españa

Si no me equivoco no habéis hecho ninguna inversión hasta el momento. ¿Es así?


El fondo es muy reciente, estamos haciendo deal flow. Casi sin haber hecho ruido en el mercado antes de la semana pasada, ya hemos estado viendo 50 ó 60 oportunidades muy interesantes y hemos encontrado tres o cuatro perlas que tienen muy buena pinta y que van a siguientes fases de análisis.


Pero gracias a la comunicación y a los medios están empezando a llegar más oportunidades interesantes.


¿Qué tipo de startups buscáis? ¿Aquellas con una vocación internacional desde el primer momento y que todavía no han dado el salto u otras que ya están inmersas en ese proceso para acelerarlo?


El plan es encontrar muy buenas ideas: que tengan algo que sea diferencial tanto en tecnología como en un producto, que tengan un equipo detrás muy potente y que tengan un potencial de mercado a escala global, ya desde el primer momento.


“La clave es dotar a las empresas, en la etapa en la que está, de los fondos justos y necesarios para que cubran la siguiente etapa”


Pensar solo en España y Latinoamérca no es suficiente. Tenemos que pensar que las empresas que vamos a apoyar pueden luchar en primera división y que pueden hablar de tú a tú con cualquier otro competidor. Si equipo, tecnología y potencial de mercado son excepcionales, nos interesan.


Pueden ser empresas que están con un prototipo pero que ves que va a ser algo diferencial y patentable. Que a tres años vista va a ser un líder y hoy es ya mejor de lo que hay en el mercado, para que en ese tiempo sea muchísimo mejor.


Pero también pueden ser jóvenes empresas que tienen un buen producto, los primeros clientes —que valoran positivamente dicho producto— y entonces apoyarlas en esa aceleración internacional. La clave es idea, mercado y equipo.


Entonces, ¿tanto empresas que buscan tanto capital semilla como levantar series A o B?


Para responder a esa pregunta hay que plantearse qué es capital semilla. Lo que tenemos que ser es ser capaces de dotarle en la etapa en la que está de los fondos justos y necesarios para que cubran la siguiente etapa y poder hacer follow on hasta el final, hasta el exit. Ese es el objetivo.


El problema es que a veces en semilla se les dota de pocos fondos y se ofrece escaso seguimiento. Hay que ser mucho más exigente en cuáles apoyar, pero una vez que las apoyas que tengan la sensación de que estas con ellos.


¿Cuáles son los objetivos en cuanto al número de empresas a invertir en los próximos años?


Para tener un buen portfolio lo que estamos pensando es que necesitamos 12 ó 15 empresas. Trabajar muy duro los primeros tres o cuatro años y a un ritmo de tres o cuatro inversiones por año, para llegar a ese numero de entre 12 y 15 empresas. El número ideal para tener una buena distribución de las inversiones y un foco suficientemente adecuado y personalizado a cada proyecto.


En ocasiones las empresas e inversores españoles entienden mercado global como España y Latinoamérica. ¿Es este también el objetivo de Swanlaab? ¿Qué es para vosotros una empresa global?


Nosotros tenemos la suerte de que por la cultura y por el idioma —aunque luego hay muchas diferencias entre cada región— tenemos un mercado extendido excepcional. Algo que no tienen los franceses o incluso los alemanes.


“Empresas globales. La estrategia no puede quedarse en España y Latinoamérica.”


Pero yo creo que cualquier cosa que apoyemos debe tener la ambición de competir en primera división, en major league. Yo todavía veo que los grandes clientes, compradores, los futuros mercados de valores para los exits, se dan en esos grandes mercados: Estados Unidos, Europa y cada vez más en Asia. Entonces, en el código genético de la startup tenemos que tener visión de atacar esos mercados y de tener algo diferencial en dichos lugares. Yo creo que existe ese talento y hay que aprovecharlo en esa dirección.


Además, si tenemos la suerte de que tenemos un mercado de 300 millones extendido, pues aprovechémoslo. Pero que no se quede ahí la estrategia.


La oportunidad española y las trabas (o no) del Estado


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Se habla mucho de la oportunidad que hay en España pero, ¿cómo de grande es esa oportunidad? ¿Qué falta en España para que se convierta en un centro de innovación al nivel de países como Israel, Reino Unido o Alemania?


Lo más importante que tenemos que conseguir en España es que se consolide la cultura de innovación, emprendeduría, ser mucho más fuerte la conexión entre una idea, una universidad y una empresa, que maduren los ecosistemas de inversión alternativos al sistema bancario, que cambie el miedo al fracaso y que las empresas que se hagan se hagan potentes, se hagan bien, muy profesionales y eficientes desde el primer momento. Esto es algo que a mí me inquieta mucho.


“En España estamos haciendo continuamente arrancadas de caballo y paradas de burro”


En España estamos haciendo continuamente arrancadas de caballo y paradas de burro. Yo creo que hay gente muy potente pero que en el camino no falla por producto, oportunidad o equipo, sino porque montan las empresas mal. Muchos jóvenes tienen en la actualidad dos opciones: innovar o emigrar. Y si van a dar el paso de innovar queremos que estén dotados de las mejores herramientas para hacerlo y crear buenas empresas, como por ejemplo hacen en Alemania.


En Alemania creo que cuando alguien inicia una empresa lo hace con un objetivo muy claro, con un plan muy sólido y con una ejecución excepcional. Entonces la mortandad es menor y cuando tiene éxito escala mucho mejor. Eso en España no lo tenemos, por eso hemos llamado a esto venture factory, somos una fábrica de empresas de éxito.


Algunas voces del ecosistema alemán y en concreto el de Berlín, afirmaron recientemente que parte del éxito de la ciudad se debe a que el Estado no les prestó demasiada atención y permitió que actuaran con libertad. Ahora que se habla en España tanto de las leyes de crowdfunding, de emprendedores, ¿tú crees que el Estado español puede hacer algo más por ayudar al sector o crees que es mejor que se mantenga al margen y deje hacer?


Cuando vivía en Alemania, y también en los dos últimos años, he viajado mucho a Berlín. Pero es que lo de Berlin viene ya de hace dos décadas: es una ciudad especial. Cuando estaba rodeada de un muro había un polo de gente con una cultura diferente, los alemanas del Oeste que no querían hacer el servicio militar se iban a Berlin y se convertían en artistas, en gente innovadora. Cuando se cayó el muro Berlin se convirtió en una ciudad cultural y tecnológicamente innovadora, abierta, libre. Hay muchas más cosas mas allá de que el Estado haya o no intervenido. Es una mezcla de culturas y de perfiles de personas muy interesante. Además es super barato y todo esto supone un imán para atraer talento.


En España se están dando iniciativas como la ley de emprendedores o la de crowdfunding, o el programa de Axis Fond-Ico Global. Yo creo que sobre todo el último van en la dirección correcta, que es crear esa cadena de valor de emprendeduría e inversión, que es una copia del modelo de Israel que otros países como Polonia o Corea también están haciendo. Pero tenemos que hacerlo bien para que los inversores no se vayan allí y sigan aquí en España.


La clave en nuestro país es intentar que, si los emprendedores tienen éxito, que capturen la mayor parte del valor del éxito. Es decir, si tú creas una empresa y empleo que los primeros años la imposición, la tasación, sea la justa y necesaria. Porque en el fondo estás sacando a gente desocupada y ocupándola, gente que después va a consumir y pagar impuestos. Que no la lastren demasiado, con tasas, impuestos, etc.



“Lo importante es que si fracasan no los crucifiquen para toda la vida y si tienen éxito los lastren lo menos posible”



Y si luego esta joven empresa tiene éxito y evoluciona ya pagará muchos impuestos. Pero si en algún momento se vende la empresa, que la fiscalidad de las ganancias de capital, de esa creación de valor, sea la justa y necesaria. En conclusión, yo iría más a que los emprendedores se busquen el dinero ellos mismos y no tengan a ‘mamá Estado’ dándoles dinero.


Con esto no me refiero tanto a los fondos Enisa, que ayudan, sino a que cada uno tiene que buscarse sus medios. Y que las ayudas que hay ahora sean las justas y necesarias para crear el ecosistema; pero lo importante es que si fracasan no los crucifiquen para toda la vida y si tienen éxito los lastren lo menos posible. Yo con eso me daría con un canto en los dientes.


¿Crees que esto puede pasar o es un pensamiento utópico?


Con cuatro millones de parados, cualquier persona que pase de cobrar un subsidio a estar empleado en una joven empresa y a tener una retribución que le permita consumir y pagar impuestos, es positivo para todos. Ojalá haya muchas empresas y que la gente tenga empleo.


Lo que se debería conseguir es que se paguen los impuestos razonables, porque hay un nivel de impuestos que desincentiva. Además, el emprendedor corre todo el riesgo: cuando tiene éxito paga impuestos, por eso son buenas las ayudas pero ajustadas.


El problema está entre el momento en el que emprendes y el momento en el que tienes éxito. En función de la imposición o las trabas administrativas que tengas, sin haber llegado al éxito, ya tienes lastre. Yo lo que diría es que cuando arranques debes tener el mínimo lastre posible y cuando sales y tienes éxito pagar lo que es razonable.


Porque pagar impuestos es bueno, el problema es cuando hay que pagar demasiado y cuando al principio todo son trabas. Cuando todo el riesgo es del emprendedor, que no te carguen demasiado en algo que no es fundamental para conseguir el éxito. El éxito está en el producto y en el equipo, si el Estado esta ahí a las primeras de turno recogiendo muchos impuestos, te quita recursos para lo que es la clave para generar empleo y pagar impuestos.


¿Dónde estará Swanlaab en cinco años?


Queremos invertir en esas perlas que creemos que existen en España. Para hacer una buena empresa necesitas de cinco a siete años, por lo que en cinco años ojalá estemos planificando los exits de algunas de las perlas.


Estaremos operando ya probablemente el segundo fondo y lo que estaremos viendo es que las empresas que estamos ayudando son de verdad empresas; no negocios, sino buenas empresas. Daremos un retorno excepcional a nuestros inversores, los emprendedores sabrán que aquí tenían dinero y operación, no solamente dinero. Y podremos dejar una huella en que existe una nueva forma en España para hacer empresas sólidas y duraderas.


Sitio oficial | Swanlaab




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